Todas las semanas recibo mensajes en los que me preguntan qué tipo de acabado aplicar para proteger un parqué de roble o pino macizo. ¿Con qué frecuencia hay que hacer el mantenimiento? ¿Con qué productos? Me encanta contestaros personalmente pero he pensado que sería más práctico para todos recopilar mis respuestas en un artículo completo. Voy a ser muy transparente y hablar de otros tipos de protección, como la vitrificación, que no me gusta especialmente. También hablaremos de las combinaciones de aceite y cera y de la cuestión de la densidad del color que el aceite aporta a la madera. A este respecto, al final del artículo revelaré mis últimas investigaciones en colaboración con un especialista en pigmentos…
El parqué: un revestimiento elegante y cálido
Como a mí, seguro que te gusta el parqué… Un suelo de parqué hace que un espacio sea más acogedor. Antes de poder disfrutarlo, hay que elegir entre los distintos tipos de madera (exótica, dura, blanda), la composición (maciza o laminada) y el tipo de instalación de su parqué (encolado, clavado o flotante). A menos que estés renovando un piso antiguo.
El pino, el roble, el castaño (para alejar a las arañas, dicen), el nogal (¡con clase!) y ahora el bambú. Con los parqués de madera maciza, siempre hay algo para todos los gustos y presupuestos. Personalmente yo no trato con teca o merbau, porque deberían evitarse ya que la trazabilidad y la durabilidad de estos recursos suelen ser demasiado dudosas.
Un bonito parqué añade valor a su casa o piso. Si se mantienen bien, los parqué macizos son duraderos y ecológicos. En cualquier caso, esta es LA PREGUNTA EXISTENCIAL que surge continuamente:
“¿Cómo proteger mi parqué macizo? ¿Con aceite, cera, un vitrificado…?”
Parqués viejos encerados
Antes de empezar, un pequeño flashback…
Recuerdo que cuando era niño, los domingos “patinábamos” con lana de acero en el parqué de “madera pequeña” de castaño del salón… Luego mi padre pasaba cera líquida, cuyo olor a trementina se extendía por toda la casa. ¡Luego, una segunda sesión de patinaje con un viejo jersey de lana esta vez!
¿Vosotros también habéis vivido esto en casa de vuestros padres o abuelos?… La gran ventaja de esta técnica bastante anticuada era que se podía rascar la superficie ocasionalmente o por completo para eliminar una mancha, un golpe o un arañazo.
Por otro lado, la resbaladicidad era alta. Esto dio lugar a algunos trucos acrobáticos con las zapatillas de fieltro… ¡y a algunas dolorosas recuperaciones por las escaleras! Mis encías aún recuerdan las astillas de sapelly retiradas una a una por el dentista. ¡Ay!
Si renuevas este tipo de parqué, tendrás que lijarlo cuidadosamente antes de aplicar un nuevo acabado.
Hoy en día, ¡se acabó la cera! Excepto quizás en los castillos y en casa de la abuela (no te olvides de los patines ;)). Las dos técnicas más populares (y eficaces) para proteger tu parqué macizo son el aceitado y el vitrificado.
Parqué de roble macizo aceitado (aceite de alta protección Sol-éco) en el Château de Chaulnes en Isère
La vitrificación del parqué: ventajas e inconvenientes
Empecemos por la vitrificación. Hay dos tipos:
- Vitrificado de fábrica
- Vitrificado casero
Esta protección superficial es más dura que el barniz. Es un producto a base de disolventes en fase acuosa. En el caso del vitrificado de fábrica, la única opción que puedes tener es el nivel de brillo (gloss) de su acabado. El nivel de brillo se rige por una norma (en Francia : NF EN ISO 2813, es lo mismo aquí). Como todas las normas bien hechas, hay que pagar varias decenas de euros para tener el honor de descifrar el texto oficial… ¡Así que olvídalo!
El vitrificado de fábrica
Dependiendo del fabricante, el vitrificado puede ir desde el mate hasta el brillo extremo (menos común hoy en día). Hay una importante diferencia de precio con respecto a un parqué en bruto, pero es normal. La gran ventaja de esta elección es la rapidez y la facilidad de aplicación. El parqué se puede usar 24 horas después de la instalación (dependiendo del tipo de cola utilizado). Por otra parte, a pesar de que los productos son cada vez más eficaces en términos de resistencia a la abrasión, un parqué vitrificado sigue siendo frágil.
Los parqués encolados (con una capa de desgaste maciza y 1 o 2 capas de fibra o panel) se venden generalmente vitrificados. No se recomiendan para habitaciones húmedas o de mucho tránsito.
Vitrificado post-instalación
Puedes optar por comprar un parqué en bruto más barato y vitrificarlo tú mismo. En este caso, después de colocar el parqué (encolado o clavado), tendrás que lijar toda la superficie con una cinta o una lijadora de parqués. Ten cuidado si utilizas una lijadora de parqués grande de alquiler:
- Lija en la dirección de las fibras (excepto en el caso de una lijadora circular o excéntrica).
- Reduce gradualmente el grano (por ejemplo, 80, 150 o incluso 180) .
- Termina las esquinas y los bordes a mano o con una lijadora de tipo “orbital”.
- Pasa la aspiradora cuidadosamente antes de sellar.
A continuación, aplica el vitrificador según las recomendaciones del fabricante. Es un trabajo largo y tedioso pero el resultado merece la pena.
Al cabo de unos años, si no se cuida lo suficiente, hay que volver a empezar el proceso: lijar con 150, luego con 240, quitar el polvo, vitrificar. Y si el proceso te aburre, puedes optar por una solución más sencilla… ¡el aceite!
El aceite de Tung para proteger mi parqué macizo
¡Si ya has leído otros artículos de este blog (como el del aceite de Tung) ya habrás comprendido que estoy muy a favor de las soluciones naturales y eficaces! Probablemente tú también, ¡por eso estás aquí!
Al igual que con la vitrificación, tienes 2 posibilidades. O bien compras tu parqué ya aceitado, o lo haces tú mismo. En el caso de un parqué aceitado en fábrica, no podrás elegir el tipo de aceite utilizado por el fabricante. Suele ser un aceite duro a base de aceite de linaza preoxidado y diversos productos derivados del petróleo. El resultado es una superficie ligeramente satinada que resulta bastante agradable. Sin embargo, este tipo de protección no es muy natural. En mi opinión (¡por supuesto, subjetiva!), algunos de estos productos se parecen más a un brebaje químico que a un producto natural. Representan todo aquello de lo que huí cuando creé Sol-éco. La complejidad de su formulación es el resultado de la búsqueda de márgenes comerciales. Atención, no digo que estos aceites no sean eficaces, ¡pero prefiero otra solución! Si buscas un producto natural para proteger tu parqué de madera maciza, sigue leyendo…
Olvídate de los aceites duros (daneses y otros) y opta por una verdadera protección ecológica a base de aceite de Tung puro, de primera presión en frío (¡como el aceite de oliva!). El aceite de Tung protege la madera y, por tanto su parqué, de manera duradera. Este aceite procede de una semilla que se seca de forma natural. Se seca a la vez que permite que la superficie respire, un poco como un tejido Gore-tex. Otra ventaja de este aceite para proteger el parqué es que se puede eliminar fácilmente. En caso de mancha o arañazo, se puede volver fácilmente a la madera en bruto. Por tanto, se puede volver a aceitar sin temor a una diferencia de color, a diferencia de los aceites duros.
Truco: consigue un parqué más satinado
En algunos casos, se desea combinar lo mejor de ambos mundos: una protección óptima (repelente al agua, resistente a las manchas y a los productos básicos y ácidos, desgaste reducido, larga vida útil, fácil de repasar, etc.) y un poco de brillo.
En mi opinión, ni la vitrificación ni el aceitado cumplen plenamente estos requisitos. Sin embargo, existe un truco para proteger mi parqué de forma natural y duradera. Combinando 2 productos naturales…
En general, no se mezclan diferentes familias de productos: aceite, cera, barniz de petróleo. Por ejemplo: no se puede aceitar un parqué encerado. Sin embargo, se puede empezar impregnando un parqué nuevo o viejo con aceite sobre la madera en bruto en 2 capas. Sigue el procedimiento que describo a continuación.
Unos días después (al menos diez), aplica una cera dura vegetal (como la cera de carnauba) a tu parqué y lo pulirás. De este modo, obtendrás una superficie más brillante y te beneficiarás de la protección superior que proporciona el aceite de Tung. El mantenimiento se hará sólo con cera. El aspecto será un poco más rústico con este acabado de “alma antigua”…
No recomiendo el uso de productos 2 en 1 de tipo “aceite-cera”. Estos productos suelen ser más caros y menos eficaces que la técnica que te acabo de explicar. Es como hacer creer a la gente que un coche híbrido es más ecológico con 2 motores y 2 fuentes de energía diferentes…
¿Cómo aceitar y proteger tu parqué?
Parqué de roble aceitado (aceite de alta protección) en la magnífica habitación nupcial del Château de Chaulnes
La preparación de tu parqué es siempre esencial, sea cual sea el tipo de acabado que elijas. En el caso del aceitado con aceite Sol-éco, se puede dejar de lijar a partir del grano 150 o 180. Retira con cuidado el polvo de tu parqué. Empieza a aceitar desde la parte trasera de la habitación hacia la entrada. Para aplicar el aceite, dependiendo del tamaño de su superficie, recomiendo varias técnicas.
– Puedes utilizar un spalter ancho o un rodillo de microfibra (sin pelos que se peguen en el aceite) para la primera mano. Ahorrarás tiempo al impregnar tu parqué, pero hay una cosa que debes hacer OBLIGATORIAMENTE: aplicar SIEMPRE el aceite en una capa fina. ¡Sé tacaño! Esto no es una vitrificación. Limpie cuidadosamente el exceso de aceite después de 20 o 30 minutos con un paño de algodón. No intentes saturar la madera en la primera pasada. Trabaja en pequeñas áreas, estirando el aceite lo máximo posible con su spalter o rodillo. Si no sigues esta regla, el aceite no se secará bien, cogerá polvo y tendrás que utilizar demasiado producto. Este método es válido para la primera capa, la siguiente puede aplicarse con un paño.
– También puedes aplicar 2 o 3 capas con un paño de algodón o una camiseta vieja. Aplica un poco de aceite de alta protección Sol-éco en tu parqué y extiéndelo con movimientos circulares. Lleva un poco más de tiempo, pero no tendrás una desagradable sorpresa al final. Recuerda: retira bien la película de aceite. Dejar actuar durante 24 horas antes de aplicar la segunda capa siguiendo el mismo proceso.
– Al igual que otros productos, el aceite es sensible a la humedad y la temperatura. ¿Demasiado frío (menos de 10°C)? ¿Demasiada humedad (está lloviendo a mares)? Entonces es más prudente posponer tu trabajo hasta mejores días.
– Para saber si tu parqué está bien protegido, puedes dejar caer una pequeña gota de agua sobre él. Si la gota se desparrama y penetra en la madera, aplica otra capa (puedes diluir esta capa con aceite de naranja al 5%). Si la gota se queda en forma de gota, tu aceitado ya es correcto.
– Antes de volver a utilizar el parqué, es aconsejable esperar al menos 48 horas. Si no puedes esperar (¡que es mi caso a menudo!), divide tu espacio en 2. Puedes aceitar la segunda parte cuando la primera esté lista para el uso.
A menudo comparo el tiempo que tarda el aceite en secarse completamente con el de una solera de hormigón. Se dice que un pavimento tarda 3 semanas en secarse completamente. Lo mismo ocurre con el aceite. Sin embargo, ¡puedes vivir en tu habitación antes de que expire este plazo!
Foto
Parqué en roble macizo protegido con aceite Sol-éco
¿El aceite oscurece la madera de mi parqué?
Otra pregunta recurrente.
¡SÍ! El aceite de Tung puro o el aceite de alta protección realzan el color de la madera. De hecho, mirémoslo desde otro ángulo…
La madera cruda es como la piel seca: es más clara. El aceite lo nutrirá y revelará su verdadera naturaleza. Un diamante en bruto sólo es interesante cuando se talla, cuando revela sus cualidades ópticas. Bueno, los diamantes están mejor en las entrañas de la tierra, pero ese es otro debate…
Los parqués de madera de color claro (fresno, castaño, arce) son los más afectados por el cambio de color. El parqué de wengué no cambia de color cuando se aceita. Haz clic en la siguiente galería para ampliar las imágenes de la obra de Mickaël en Rennes. Se puede ver claramente cómo el aceite refuerza la veta y resalta la calidez del roble macizo.
Foto 1
Parqué de roble macizo antes del aceitado
Foto 2
En proceso de aceitado con aceite “Alta protección Sol-éco”
Foto 3
El parqué aceitado de Mickäel en Rennes
Foto 4
La belleza y la elegancia del roble macizo aceitado
A menudo me hablan de productos en el mercado que dan un “efecto en bruto” a la madera. Estos productos reducen el “aspecto húmedo”. Actúan como una crema solar blanqueando la superficie. Se pueden utilizar 2 tipos de efectos para conseguir este resultado:
- El efecto abrillantador
- El efecto blanqueador
El efecto abrillantador
¿Te acuerdas de los anuncios de detergente?
– “¡Queda más blanco que blanco!”…
Esto es lo que decía Coluche (cómico francés) al respecto:
– “Más blanco que blanco, bueno… ¡Es transparente!”
¡Aquí estamos ante un trampantojo porque es un efecto óptico ! Añadimos una sustancia química azul que da la impresión de que la superficie es más blanca… ¡Maquiavélico!
No creo que este proceso se utilice para los productos de acabado de madera. Sin embargo lo siguiente sí…
El efecto blanqueador
Hablaba de la crema solar hace un momento porque el culpable es el mismo aditivo . ¿Su nombre artístico?
¡E-171!
¿Lo has reconocido? Es una superestrella: el dióxido de titanio (o Titanium Dioxyde para los iniciados). El dióxido de titanio es un agente blanqueador que sigue siendo muy utilizado en cosmética, alimentación y… en aceite para parqués.
En Francia se ha prohibido en los alimentos, pero sigue estando muy presente en nano o macropartículas. Según la asociación profesional de productores de dióxido de titanio, es totalmente inocuo. Dicen que los estudios que llevaron a su prohibición en Francia son “antiguos y de mala calidad”. ¡Sin embargo, esta poderosa asociación europea (pero que no incluye ningún productor francés) no ha tenido tiempo de presentar sus explicaciones!
Según otras fuentes, el TiO2 (dióxido de titanio) es cancerígeno para el ser humano. Lo curioso es que parece más peligroso en las vías respiratorias que en las digestivas. Sin embargo, es en los alimentos donde está prohibido (como en los chicles, por ejemplo, donde se usaba anteriormente).
En cualquier caso, sus propiedades de filtrado de los rayos UV (más bien de reflexión) son muy conocidas. Sin embargo, parece que las partículas dispersas en el aceite se volverían volátiles tras el secado. Los volúmenes son, por supuesto, muy pequeños, pero si puedes prescindir de ellos, ¿por qué no hacerlo?
¿Una alternativa al TiO2 para “aclarar” el tinte que proporciona el aceite?
El color de los barnices o de los aceites se mide en una escala del 1 al 18: la escala de Gardner. El aceite de Tung en bruto está entre 7 y 8, es decir, es un “líquido amarillo oscuro”. La adición de aceite de naranja transparente para hacer el aceite de alta protección hace que sea un poco más claro. Una vez en la madera, no hay diferencia alguna.
Ando buscando una alternativa natural al dióxido de titanio para ofrecerles pronto una solución a esta cuestión del color de la madera. Por ello, colaboro con un apasionado del tema: el famoso Pascal Chaillon, cuya desventura industrial prometí contarles. El Sr. Chaillon es el director general de Colorey, una empresa especializada en pigmentos y tintes.
En cuanto hayamos encontrado un producto fiable que cumpla mis criterios, actualizaré este artículo con un enlace.
Sobretodo, nunca aceite de linaza: historia de una catástrofe industrial
Lo digo a menudo: ¡no me gusta el aceite de linaza! Para proteger mi parqué o mis muebles prefiero el aceite de Tung. Mientras discutía con el Sr. Chaillon, le expliqué que el aceite de Tung es más estable y menos peligroso que el de linaza.
Y esto es lo que me responde:
“30 de octubre de 2018, noche de Halloween. Acabábamos de preparar 4 toneladas de aceite de linaza pigmentado para un cliente. Para ello se utilizaron varios paños en las numerosas etapas de su elaboración. Estos paños se depositaron en un contenedor en el laboratorio. Por la noche, 1200m2 del edificio ardieron en llamas. ¡Nuestras 150 toneladas de existencias se esfumaron!
Rápidamente se llama a los bomberos, que piensan que se trata de una broma infantil de Halloween… La intervención llega tarde. Demasiado tarde.
El perito del seguro llegó a la conclusión de que el fuego se inició con esos trapos empapados en aceite de linaza.
¿Entiendes por qué no lo uso?
Elegir el acabado adecuado para proteger mi parqué: las preguntas claves
Ahora puedes elegir el tipo de acabado que te convenga para proteger tu hermoso parqué de madera maciza. Aquí tienes algunas preguntas que te ayudarán a decidirte si todavía tienes dudas:
▪ ¿De cuánto tiempo dispones?
Si tienes poco tiempo, elige un parqué vitrificado o aceitado de fábrica. Si no, ¡hazlo tú mismo!
▪ ¿Cuál es su presupuesto?
Dependiendo de la especie, las dimensiones y los grosores, los precios de los parqués de madera maciza varían mucho de un distribuidor a otro. En el caso de la instalación encolada, no hay que descuidar el coste de la cola. Este gasto puede ascender rápidamente a 15€ por m2. También es aconsejable aumentar la cifra de consumo dada por el fabricante en un 10-15%. Así evitarás encontrarse sin cola antes de terminar el proyecto… Si deseas controlar tu presupuesto, opta por un aceitado “casero” con aceite de alta protección Sol-éco, por ejemplo.
▪ ¿Acabado natural o químico?
Cada uno tiene su propio nivel de exigencia. He formulado los aceites Sol-éco con el máximo nivel de exigencia. Sólo utilizo materiales naturales y renovables que valoran los cultivos alternativos (Tung) o subproductos como el aceite de naranja, obtenido a partir de las pieles de esta fruta. El aceite de Tung es la protección natural más duradera. Ningún otro aceite de primera presión en frío puede competir con él. Especialmente el aceite de linaza, al que hay que añadir un secador o calentarlo para que se endurezca rápidamente. Otro punto importante es que el aceite de linaza provoca incendios a menudo. Si utilizas este tipo de producto (tipo aceite duro danés), guarda los trapos en un frasco de vidrio cerrado o remójalos en agua antes de desecharlos. Te cuento la desventura de Pascal Chaillon, propietario de una empresa de la región de Lyon, con el aceite de linaza…
Espero haberte proporcionado toda la información posible para que puedas disfrutar de tu parqué de roble macizo o de otro tipo de madera durante muchos años (¡y para guardar carbono!)… ¡Escribid vuestras preguntas y comentarios en este artículo y estaré encantado de responderos!
Que la obra vaya bien,
Guillaume Le Penher
***Este artículo se publicó por primera vez en su versión francesa en el blog de Sol-éco***